Por la mañana leí que reír era importante porque nuestro cerebro reacciona químicamente, o sea, que aunque sea fingido es importante reír, y que es una forma de engañar a la parte emocional del cerebro. En la página anterior hablaban de que las ratas también ríen pero en una frecuencia imposible de captar para nuestro sistema auditivo, y que si a un ratoncillo lo sueltas y le das a elegir entre una rata risueña y una with depresion se van con la cachonda que se decojona a todas horas. En fin, después de ver que alguien se puso a hacer estudios de ratas que ríen, lo de la teoría de la risa humana me daba que pensar...también pensé en dejar de leer porque a saber que me encontraría en la próxima página...
El tema es que me dije a mi misma...finge que te ríes, total, no pierdes nada, a ver que pasa...al principio me sentí imbécil, porque ni me apetecía ni tenía ningún sentido, pero como soy mucho de hacer cosas estúpidas que nadie entiende...como intentar aprender a hacer cosas con los pies, cepillarme los dientes con la mano que no controlo ni un poco, sentarme a oler, a ver si mi sentido del olfato se desarrolla más y demás cosas que me llevan a situaciones muy graciosas, pues una más que menos, lo mismo daba. Así que iba yo sonriendo a la vida, y a mi gato, el que me cobró el peaje etc...total para finalmente darme cuenta de que no tenía ningún sentido, ni efecto e incluso ese día acabé llorando.
Lo guay del tema es que cuando estaba apunto de subirme por las paredes a un amigo se le ocurrió invitarme a cenar en la playa, y luego tomarnos una birria o doce...y claro, como mi misión "sé feliz" había fallado, y sus efectos secundarios estaban empezando a causar estragos...acepté.
Al final no hubo playa, mejor para mi (no elegí amar la arena al nacer), pero hubo cena, y cuando me quise dar cuenta eran las tres de la mañana entre cerveza y conversaciones...como Alicante un jueves, en época de exámenes, no es que sea la hard party...nos fuimos a su casa, alguna cerveza más, y cuando me quise dar cuenta eran las 5.30 de la mañana, ahora es cuando va la escena de sexo sin control hasta las tantas...pues no, la realidad es que lo que más hice esa noche fue reírme, de todas las formas y colores, clases y tipos, cuando cerré los ojos para dormir me di cuenta de lo tonta que soy a veces, de lo bueno que tienen las personas, y de lo importante que es VIVIR para sentir emociones.
Horas antes de todo esto no quería más que meterme en la cama a sufrir y llorar...
En fin, creo que voy a seguir leyendo...who knows.
P.D: La imagen es una frikada de ilustración que hice hace algunas semanas, y tenía un sentido entonces...
No hay curva más bonita en la mujer que su sonrisa! Y aunque sea una frase prototipo estoy de acuerdo con ella al 100%! Tenemos que aprender a sonreírle a la vida y sobre todo a sonreírnos a nosotras aunque estemos mal, por que nos merecemos eso! Un beso enorme y muchas sonrisas para ti.
ResponderEliminarQue verdad más grande. Hoy nos importa lo que mañana no, y mientras tanto vamos dejando de hacer cosas que realmente nos servirán y nos dejarán huella para siempre, hay que echarle ganas!
ResponderEliminar¡Yo he hecho lo de lavarme los dientes con la otra mano también! Me sentí torpe infinita, pero ya tengo la experiencia. Me ha gustado lo de sentarte a oler, jamás se me habría ocurrido, jajaja.
ResponderEliminarEntiendo lo de la sonrisa, mi madre me lo lleva diciendo desde chica y llevo 24 años sin hacer ni caso, más que nada porque siento como que yo no soy así. No entiendo lo de sonreír por nada, por la calle voy con cara de circunstancia, según la canción que vaya escuchando. Y así siempre.
Nada como una sonrisa sincera. Y si es una risotada sincera, pues mejor que mejor. ;)